Anthony Josué Rosales Morales ha muerto. Una bala segó su vida.
Anthony no era delincuente, ni narcotraficante, ni político, ni activista social, ni “eco-histérico”, ni homosexual. Tampoco era un líder universitario, ni periodista o escritor. No era de izquierda ni de derecha y tampoco era médico, ni abogado y mucho menos un terrorista que quería desestabilizar a algún gobierno. No era católico, ni evangélico, ni gnostico, ni creyente, ni ateo aunque si representaba a Dios.
Anthony no tenía problemas con nadie, porque solamente se comunicaba con sus padres y Katherin su hermana. Tampoco tenía una novia “marera” con quien se hubiese vinculado para meterse en complicaciones sentimentales. Ni siquiera tenía amigos que lo hubiesen llevado por malos caminos.
Anthony tampoco tenía vicios: No fumaba, no bebía, ni mucho menos utilizaba drogas para poder sobrevivir en este país.
Anthony no tenía enemigos porque no le hacía daño a nadie, ni siquiera andaba chismoseando ni levantando falsos testimonios, ni tenía alguna actitud negativa que pudieran tener como consecuencia lógica su muerte. Es más, ni siquiera hacía malas caras a nadie, pues las únicas malas caras que hacía, se debían a que algo no le gustaba y se incomodaba muchísimo. Es cierto que a veces hasta llegaba al llanto, pero eso y nada más.
Anthony era alegría y felicidad. El mundo de los que lo conocían giraba en torno a él. Todo el que le veía directo a los ojos, veía una dulzura única y especial. Si se reía por cualquier tontería, todos seguían inevitablemente su risa que transformaba la existencia en algo mucho mejor que lo que tenemos hoy.
Cada movimiento de sus manos y piernas, cada gesto de su rostro, era seguido de cerca por los que estaban con él. Anthony era un líder que todos querían observar.
Pero Anthony ha muerto. Una bala segó su vida. Con todo lo bueno que tenía, ha muerto.
Anthony era bueno y era angelical. Anthony solo tenía dos meses de edad pero una bala perdida segó su vida en los brazos de su madre, para convertirse en la más conmovedora muestra de hasta qué estado de salvajismo hemos llegado como sociedad.
Mis condolencias a sus familiares y a los buenos guatemaltecos, porque con Anthony murió también una parte vital de nuestro país.
Anthony no era delincuente, ni narcotraficante, ni político, ni activista social, ni “eco-histérico”, ni homosexual. Tampoco era un líder universitario, ni periodista o escritor. No era de izquierda ni de derecha y tampoco era médico, ni abogado y mucho menos un terrorista que quería desestabilizar a algún gobierno. No era católico, ni evangélico, ni gnostico, ni creyente, ni ateo aunque si representaba a Dios.
Anthony no tenía problemas con nadie, porque solamente se comunicaba con sus padres y Katherin su hermana. Tampoco tenía una novia “marera” con quien se hubiese vinculado para meterse en complicaciones sentimentales. Ni siquiera tenía amigos que lo hubiesen llevado por malos caminos.
Anthony tampoco tenía vicios: No fumaba, no bebía, ni mucho menos utilizaba drogas para poder sobrevivir en este país.
Anthony no tenía enemigos porque no le hacía daño a nadie, ni siquiera andaba chismoseando ni levantando falsos testimonios, ni tenía alguna actitud negativa que pudieran tener como consecuencia lógica su muerte. Es más, ni siquiera hacía malas caras a nadie, pues las únicas malas caras que hacía, se debían a que algo no le gustaba y se incomodaba muchísimo. Es cierto que a veces hasta llegaba al llanto, pero eso y nada más.
Anthony era alegría y felicidad. El mundo de los que lo conocían giraba en torno a él. Todo el que le veía directo a los ojos, veía una dulzura única y especial. Si se reía por cualquier tontería, todos seguían inevitablemente su risa que transformaba la existencia en algo mucho mejor que lo que tenemos hoy.
Cada movimiento de sus manos y piernas, cada gesto de su rostro, era seguido de cerca por los que estaban con él. Anthony era un líder que todos querían observar.
Pero Anthony ha muerto. Una bala segó su vida. Con todo lo bueno que tenía, ha muerto.
Anthony era bueno y era angelical. Anthony solo tenía dos meses de edad pero una bala perdida segó su vida en los brazos de su madre, para convertirse en la más conmovedora muestra de hasta qué estado de salvajismo hemos llegado como sociedad.
Mis condolencias a sus familiares y a los buenos guatemaltecos, porque con Anthony murió también una parte vital de nuestro país.
14 comentarios:
Es triste ver tanta injusticia que se vive en nuestra sociedad, pero hay que rogar a Dios para que él mande a sus angeles para que nos cuiden.
Diablos, que mierda tan cruel !
Doloroso. Por Dios!
Sal 116:15 Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos.
Mat 19:14 Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.
Perdonanos Senor, en parte es nuestra culpa, pues te hemos dado las espaldas...
Son notas como ésta y lo que pasa día a día en nuestro pais las que nos dan un panorama más amplio de la situacion tan triste que se vive.
Lo que creo que no podemos permitir que muera, es la esperanza y la fé de que podremos recuperar nuestro pais. Que todos tenemos que trabajar para que logremos la Paz que necesitamos y añoramos.
Y con todo esto, será que la gente reaccionará un día de estos?
(y lo digo así porque no vivo en Guate).
Que duro estuvo leer esto. Abrazos, EDU.
Noticia terrible que sobrecoge y conmociona. Nunca podremos acostumbrarnos a lo violencia, a la brutalidad, a la sinrazón de la muerte. Siempre nos rebelaremos contra ella, aunque seamos conscientes de que en nuestras manos no está el que no se produzcan hechos tan atroces como el que comentas. Un abrazo
HOla amigo EDS, ahora sí que andas desaparecidón vos. Espero que todo ande bien contigo, te mando muchos abrazos.
Vos siempre le das un enfoque tan atinado a las cuestiones EDS. Me planteaste el luto desde otra perspetiva, la de Nación también... qué serio, de veras, qué grueso.
Gracias por esto que nos diste.
HOla amigo EDS, ahora sí que andas desaparecidón vos. Espero que todo ande bien contigo, te mando muchos abrazos.
Vos siempre le das un enfoque tan atinado a las cuestiones EDS. Me planteaste el luto desde otra perspetiva, la de Nación también... qué serio, de veras, qué grueso.
Gracias por esto que nos diste.
Gracias a todos por sus comentarios, los visitó en sus respectivos lugares.
Hasta pronto.
Tremendo.
Me encantó el formato de la entrada.
No queda resquicio para decir que "estaba metido en algo" o se matan entre ellos. Esas burdas excusas tan frecuentes y comprensibles por otra parte.
Abrazos.
Esto de Anthony fue muy grueso.. me gusta como lo presentaste EDS.. pero hay que ver el fondo de un suceso como este..
Nustra sociedad esta hecha mierda!!
La corrupcion esta por doquier..
No quedan ya muchos chapines honrados.
No podemos escoger dirigentes, pues no hay subditos dignos tampoco.. y lo peor... NADIE HACE NADA!!
Ya no hay Juventud.. ni Estudiantado, Ni militares dignos, Ni profesionales confiables y enteros. No hay mujeres que se lanzen a las calles con las cacerolas a protestar por tantas iniquidades... Nohay obrerismo, no hay sindicatos, no hay padres de familia que se manifiesten en las calles a pedir ya no digamos algo material, solo a pedir que los que nos maldirijen sean un poco, aunque sea un poco MENOS LADRONES..
QUE SE PUEDE PEDIR DE UNA SOCIEDAD MIERDA COMO LA NUESTRA?.. BIEN DICE EL DICHO POPULAR: TODO PUEBLO TIENE EL GOBIERNO QUE MERECE.
Pobre de nosotros si no cambiamos.. y no es que quisiera regresar, ya que dicen que todo tiempo pasado fue mejor, No.. pero por lo menos regresar a los anos de PRIMAVERA POLITICA DE 1944/54 Y ENPEZAR DE NUEVO BORRANDO TODA LA IMMUNDICIA QUE NO HA RODEADO Y GOBERNADO DESDE ENTONCES.
SIGAMOS ADELANTE EDS.. NO NOS QUEDA MAS REMEDIO QUE BLOGGEAR.. OJALA SIRVA PARA ALGO Y DESPERTAR ALGUNAS MENTES DORMIDAS..SALU AL HIGADO...
Goathe:
Gracias por tu visita es un gusto leerte.
Fern:
Bienvenido a este espacio, gracias por comentar y por la invitación a seguir en esta onda blogger...
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