sábado, 25 de agosto de 2007

Sencillez versus Simpleza


Las situaciones importantes de mi vida empezaron con pequeños y sencillos detalles. Detalles sencillos pero nunca simples, pues desde hace mucho tiempo siento que la simpleza (cosa de poco valor o significado) es casi pecado, pero la sencillez (ausencia de dificultad o de complicación) es virtud.

La globalización en que vivímos, exige el desprecio de lo sencillo para que entre lo soberbio; exige correr tras sus banalidades carentes de encanto y causantes de muchas frustraciones especialmente en los jóvenes que están formando su camino. Muchos corren para estar al día de las modas, para demostrar que son capaces de tener, aunque estén descuidando el ser. ¡Vaya manera de Vivir! (¿Morir?): Condenados a la constante insatisfacción que se desprende de la comparación con los demás y que obliga a actuar inmisericordemente ante la necesidad ajena, pues lo importante es que "YO" esté bien. Ya lo decía Tagore en la famosa frase que sigue:

"¡He perdido mi gotita de rocío!", le dijo la flor al cielo del amanecer, que había perdido todas sus estrellas.

Yo por mi parte, he decidido desde hace algún tiempo, comenzar a frenar estas actitudes "simples" que a veces tengo. Quizá motivado por la alegría que se siente salir avante de las situaciones difíciles, gracias a la providencia de Dios y al apoyo incondicional de mis familiares y amigos. Estoy tratando de dar luz verde en mi vida a lo sencillo, pues reviviendo mi pasado descubro que es precisamente en lo sencillo, donde se ha originado todo lo que me ha dado la paz y la felicidad verdadera.

Puedo mencionarles como ejemplo, la sencilla sonrisa que le di a la hermosa mujer en aquel entonces desconocida, pero que hoy es mi esposa, la sencillez de su sonrisa espléndida correspondiéndome sin conocerme. La manera sencilla en que decidí cuando era adolescente, acercarme a mi padre para hablarle de fútbol sin que este deporte me gustara, solo para tener un motivo para hablar, ya que durante muchos años le hice tantos desprecios que terminó por alejarse totalmente.

Si la sonrisa de aquella muchacha hubiese sido simple, yo me hubiese sentido decepcionado y hoy no seríamos tan felices como somos. Si las primeras conversaciones con mi padre hubiesen sido simples, hoy no tendríamos la excelente relación que tenemos.

Este blog es mucho de eso: Lo Sencillo, que definitivamente tiene como requisito lo auténtico; lo que nos hace detenernos a pensar, a sentir, a desacelerar el ritmo para respirar pensando un momento lo que respiramos, vemos, olemos, tocamos, oímos y en fin, vivimos. Este espacio es para descubrir lo bueno que se quedó perdido en el pasado y que de repente podemos recuperar; es para analizar lo malo que se quedó prendido hasta el presente y que de repente podemos desechar; es para compartir lo que nos hace crecer como personas, y que seguramente ayudará a los demás a ser un poquito mejores.

Si vos que leés estas líneas querés contarnos algo de eso sencillo en temas familiares, religiosos, culturales, intelectuales, sociales y aunque no parezca también políticos, este espacio es tuyo, quiero compartirlo con vos y te agradezco tu opinión y tu tiempo de leerme.

¡Bienvenidos todos y todas,
Buena onda!