viernes, 27 de marzo de 2009

Anthony ha muerto.

Anthony Josué Rosales Morales ha muerto. Una bala segó su vida.

Anthony no era delincuente, ni narcotraficante, ni político, ni activista social, ni “eco-histérico”, ni homosexual. Tampoco era un líder universitario, ni periodista o escritor. No era de izquierda ni de derecha y tampoco era médico, ni abogado y mucho menos un terrorista que quería desestabilizar a algún gobierno. No era católico, ni evangélico, ni gnostico, ni creyente, ni ateo aunque si representaba a Dios.

Anthony no tenía problemas con nadie, porque solamente se comunicaba con sus padres y Katherin su hermana. Tampoco tenía una novia “marera” con quien se hubiese vinculado para meterse en complicaciones sentimentales. Ni siquiera tenía amigos que lo hubiesen llevado por malos caminos.

Anthony tampoco tenía vicios: No fumaba, no bebía, ni mucho menos utilizaba drogas para poder sobrevivir en este país.

Anthony no tenía enemigos porque no le hacía daño a nadie, ni siquiera andaba chismoseando ni levantando falsos testimonios, ni tenía alguna actitud negativa que pudieran tener como consecuencia lógica su muerte. Es más, ni siquiera hacía malas caras a nadie, pues las únicas malas caras que hacía, se debían a que algo no le gustaba y se incomodaba muchísimo. Es cierto que a veces hasta llegaba al llanto, pero eso y nada más.

Anthony era alegría y felicidad. El mundo de los que lo conocían giraba en torno a él. Todo el que le veía directo a los ojos, veía una dulzura única y especial. Si se reía por cualquier tontería, todos seguían inevitablemente su risa que transformaba la existencia en algo mucho mejor que lo que tenemos hoy.

Cada movimiento de sus manos y piernas, cada gesto de su rostro, era seguido de cerca por los que estaban con él. Anthony era un líder que todos querían observar.

Pero Anthony ha muerto. Una bala segó su vida. Con todo lo bueno que tenía, ha muerto.

Anthony era bueno y era angelical. Anthony solo tenía dos meses de edad pero una bala perdida segó su vida en los brazos de su madre, para convertirse en la más conmovedora muestra de hasta qué estado de salvajismo hemos llegado como sociedad.

Mis condolencias a sus familiares y a los buenos guatemaltecos, porque con Anthony murió también una parte vital de nuestro país.

viernes, 6 de marzo de 2009

¡Oh Mujeres tan divinas!

Este ocho de marzo no debe pasar desapercibido. Se celebra a nivel mundial el día internacional de la mujer y es un reconocimiento a la lucha incesante del mal llamado “sexo débil”, por tener una participación en todos los aspectos en condiciones de igualdad con el sexo masculino.



Y digo mal llamado sexo débil, pues constantemente se demuestra que si bien es cierto que su fuerza física no es comparable con la masculina -con sus claras excepciones-, también es justo reconocer que a cambio de eso, poseen una fuerza interior incomparable que les permite avanzar mucho más allá de lo que nosotros imaginamos.


Poseen además de lo anterior, la magia celestial que ha inspirado incontables acontecimientos que van desde maravillosas obras de arte hasta guerras sangrientas, pasando por locuras personales, enfermedades psicosomáticas, traiciones, éxitos y fracasos, como también son iluminación para la paz.


Muchas veces -lamentablemente la mayoría-, las mujeres han sido relegadas a un mero objeto sexual, tanto por los hombres como por ellas mismas. Recuerdo ahora a aquella monjita que me contaron que un día entrevistó Cristina en su show y le preguntó:
-¿Entonces usted ha renunciado al sexo?
La monjita muy seria le dice:
-“No. Yo he renunciado a las relaciones sexuales, pues si hablamos de sexo, puede ser que yo sea mucho más mujer que usted ¡Infeliz! (esta última palabra la agregué yo).


¡Ah que lindas son las mujeres va mucha! Logran tantas cosas insospechadas por nosotros inocentes y débiles seres calenturientos. Para un ejemplo, recordemos la importancia de la famosa Lisístrata, personaje de la obra con el mismo nombre creada por el escritor griego Aristófanes, en la que esta mujer cansada de las constantes guerras entre Atenas y Esparta, decide convocar a las mujeres de los dos pueblos y las invita a iniciar la huelga más cruel que se ha visto sobre la faz de la tierra desde que esta inició: Una huelga de sexo. Esta consistía en no tener relaciones sexuales con sus maridos hasta que la guerra terminara. Muchas mujeres no estaban de acuerdo (siempre hay personas con pureza de intención en todas las sociedades) pero por fin se dejaron convencer. La consecuencia lógica fue la paz.
También está la famosa huelga a favor de la ley seca en los Estados Unidos, en el año de 1.919, de la que les dejo una fotita:


"Labios que toquen licor, no tocarán los nuestros" .

Aunque con esas caras no creo que hayan tenido tanto éxito, a veces cuando me dedico a elucubrar babosadas, pienso que las mujeres de los diputados (esposas o no) deberían hacer huelgas de este tipo hasta que ya no haya corrupción. O… ¿Qué tal las de los policías, mareros, servidores públicos, ministros, abogansters, médicos corruptos y un larguísimo etcétera? Allí les dejo la idea saltando de un lado para otro mis estimadas féminas.


Yo tengo la bendición de estar rodeado de mujeres maravillosas: Mi esposa, mi hija, mi madre, mi hermana, tías y primas, amigas, compañeras, blogueras y aunque no me crean, hasta mi suegra. Sinceramente las felicito a ellas en su día y extiendo mi felicitación y agradecimiento a las mujeres que me leen, a la vez, las exhorto para que continúen sus tareas -muchas veces silenciosas-, porque estas han salvado nuestro mundo. Además estoy convencido que los cinco centavos de coherencia que todavía tiene esta vida, se deben directa o indirectamente a sus invaluables intervenciones. Por eso:

¡Gracias y Feliz día Internacional de la Mujer, que bien merecido se lo tienen!

lunes, 2 de marzo de 2009

¡CHISH, POPO, CACA GUACALA!


Esta expresión la usan unos niños que yo conozco, acompañada de una mueca particular y expresiva (como casi todas las frases del diccionario guatemalteco), cuando algo no les gusta. Así que, las siguientes son 35 cosas que me hacen decir ¡CHISH, POPO, CACA GUACALA!:
  1. Casi todos los políticos de Guatemala.
  2. La Corte Suprema de Justicia.
  3. Casi todos los presidentes de Guatemala antes de 1,944,
  4. Todos los presidentes de Guatemala después de 1,954.
  5. Casi todos los diputados.
  6. El servicio del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.
  7. El 30 de junio en Guatemala.
  8. La mala calidad de Pollo Campero.
  9. El humo del cigarro que no me fumo yo.
  10. El mal trato de los choferes de transporte público.
  11. La corrupción.
  12. La política internacional de los Estados Unidos.
  13. Los 36 años de guerra interna.
  14. La canción "Si te vienen a contar cositas malas de mi".
  15. Los otros 13 años que llevamos de guerra interna.
  16. El narcotráfico y sus consecuencias.
  17. El racismo.
  18. Las causas y efectos de la situación actual del futbol en Guatemala.
  19. "Guatemala la historia silenciada" de Carlos Sabino (por atrevese a decir cosas como que las víctimas del conflicto armado solo fueron 20 mil).
  20. El café frío, ralo y con azucar.
  21. El sabor del guapinol.
  22. La frase: "¡Ala que cholero!".
  23. El spam.
  24. Cuando me bajo del carro frente a mi casa y huele a platanitos fritos y no es en mi casa.
  25. La frase "¡Qué aburrido va!" cuando estoy leyendo.
  26. El Cacif.
  27. Muchas ONG's.
  28. La insistencia de los vendedores de servicios funerarios, seguros, créditos y otros productos bancarios.
  29. El preciso momento en que deja de pintar un lapicero.
  30. La impuntualidad (algunas veces).
  31. Algunos policías nacionales civiles.
  32. El tráfico vehicular.
  33. La televisión "nacional".
  34. La columna semanal de Raul Minondo Ayau.
  35. La condecoración que el Ejército hizo a algunos diputados.

Foto tomada de aquí.

¡De alguna manera hay que liberarse del estrés!