Margarita Vadillo es un personaje creado por el insigne escritor José Milla y Vidaurre en 1,876 y que aparece en la novela “Memorias de un Abogado”. Esta novela menciona que Margarita había servido de nodriza a un niño que había nacido “contrahecho, de facciones nada regulares y de un carácter duro y violento”, con el tiempo se quedó cuidándolo como su niñera. Resulta que después nació el segundo hijo de la familia, que era muy lindo, amable y tranquilo por lo que todos sentían un inevitable choque contra el primero. Margarita concibió un “amor entrañable” por el niño feo y malcriado, por lo que sentía profundo dolor por los desprecios que recibía y concibió en su cabeza un “extraño silogismo”: Pensó que si no existiera un niño tan lindo en la familia, todos dejarían de ver los defectos del primero.
Decidida a favorecer a su consentido, ideó un macabro plan: Un día la señora de la casa salió por lo que Margarita se quedó sola con las criaturas. Estaban jugando cerca del horno y les dijo que uno de los dos fuera el cochinito y que el otro lo asaría. El niño pacifico aceptó inocente ser el cochinito de aquel supuesto juego y Margarita “puso el cuerpecito en actitud de imitar la figura que hacía el animal y aquella mujer sin entrañas metió al desgraciado niño en el horno y tapó la boca para que no pudiera salir ni se oyeran los gritos”. El niño murió calcinado.
Menciono el caso anterior pues este conjunto de síntomas al que por llamarlo de alguna manera, he nombrado en broma si se quiere, el “Síndrome de Margarita Vadillo” suele suceder a menudo en nuestra sociedad. No pretendo parecer un psicólogo ni mucho menos, pero estas actitudes consisten en tratar de opacar o desaparecer aquellas cualidades o virtudes de los otros y que pueden hacer resaltar los defectos propios por la comparación lógica que se suscita. Esto se observa en familias, compañeros de trabajo y en los lugares menos esperados.
Un caso particular que me ha llenado de indignación, es toda la campaña que ha desarrollado la mal llamada “televisión nacional”, primero en contra de T.V. Maya y ahora en contra del distinguido periodista y Master en Sociología Gustavo Berganza.
Resulta que este monopolio del mexicano Angel González se siente amenazado primero, por una televisora que lo único que pretendía era poder hacerse de algunos fondos para su funcionamiento a través de publicidad. Esto por supuesto no fue nada grato para el monopolio, pues hasta ahora solo ellos tienen ese privilegio. Segundo, el distinguido Gustavo Berganza en una de sus columnas hizo mención de un secreto a voces, al hablar de los favores políticos que ha tenido este monopolio desde el Congreso de la República y que van desde una rebaja considerable de los impuestos, hasta promover leyes en contra de T.V. Maya. Esto desató una serie de críticas en forma de “noticias” que descaradamente difamaban a los mencionados.
La escena de escuchar a los presentadores de Noti-Siete y Telecentro difamando a otros sin ningún fundamento real, es simplemente patética. Lo interesante del caso es que cada vez se va volviendo un verdadero honor ser criticado por el monopolio televisivo, ya que los que han sido víctimas de este veneno, han demostrado ir por el camino correcto.
Va desde este humilde espacio mi apoyo tal vez insignificante para el señor Gustavo Berganza, pero que va nutrido con la esperanza que surjan muchos otros columnistas y profesionales de otras áreas, dispuestos a denunciar desde sus espacios esta corporación que ha caído en la ignominia, y que está dispuesta a desplegar todo su poderío mediático en contra de quien tenga una opinión distinta a la propia. Esto simplemente no debería suceder.
Decidida a favorecer a su consentido, ideó un macabro plan: Un día la señora de la casa salió por lo que Margarita se quedó sola con las criaturas. Estaban jugando cerca del horno y les dijo que uno de los dos fuera el cochinito y que el otro lo asaría. El niño pacifico aceptó inocente ser el cochinito de aquel supuesto juego y Margarita “puso el cuerpecito en actitud de imitar la figura que hacía el animal y aquella mujer sin entrañas metió al desgraciado niño en el horno y tapó la boca para que no pudiera salir ni se oyeran los gritos”. El niño murió calcinado.
Menciono el caso anterior pues este conjunto de síntomas al que por llamarlo de alguna manera, he nombrado en broma si se quiere, el “Síndrome de Margarita Vadillo” suele suceder a menudo en nuestra sociedad. No pretendo parecer un psicólogo ni mucho menos, pero estas actitudes consisten en tratar de opacar o desaparecer aquellas cualidades o virtudes de los otros y que pueden hacer resaltar los defectos propios por la comparación lógica que se suscita. Esto se observa en familias, compañeros de trabajo y en los lugares menos esperados.
Un caso particular que me ha llenado de indignación, es toda la campaña que ha desarrollado la mal llamada “televisión nacional”, primero en contra de T.V. Maya y ahora en contra del distinguido periodista y Master en Sociología Gustavo Berganza.
Resulta que este monopolio del mexicano Angel González se siente amenazado primero, por una televisora que lo único que pretendía era poder hacerse de algunos fondos para su funcionamiento a través de publicidad. Esto por supuesto no fue nada grato para el monopolio, pues hasta ahora solo ellos tienen ese privilegio. Segundo, el distinguido Gustavo Berganza en una de sus columnas hizo mención de un secreto a voces, al hablar de los favores políticos que ha tenido este monopolio desde el Congreso de la República y que van desde una rebaja considerable de los impuestos, hasta promover leyes en contra de T.V. Maya. Esto desató una serie de críticas en forma de “noticias” que descaradamente difamaban a los mencionados.
La escena de escuchar a los presentadores de Noti-Siete y Telecentro difamando a otros sin ningún fundamento real, es simplemente patética. Lo interesante del caso es que cada vez se va volviendo un verdadero honor ser criticado por el monopolio televisivo, ya que los que han sido víctimas de este veneno, han demostrado ir por el camino correcto.
Va desde este humilde espacio mi apoyo tal vez insignificante para el señor Gustavo Berganza, pero que va nutrido con la esperanza que surjan muchos otros columnistas y profesionales de otras áreas, dispuestos a denunciar desde sus espacios esta corporación que ha caído en la ignominia, y que está dispuesta a desplegar todo su poderío mediático en contra de quien tenga una opinión distinta a la propia. Esto simplemente no debería suceder.
7 comentarios:
Buena analogía Primo!
Recuerdo que siempre me molestó la comparación de la olla con cangrejos que hacían sobre nosotros los guatemaltecos... pero cuando uno se va enterando de tantas zancadillas no queda más que darse cuenta que lo de la olla no está tan lejos de la realidad.
Saludos.
Prima:
A mi también me cae como patada esa comparación, solo esperemos que algún día estemos dispuestos a encontrar un camino común. Gracias pues prima y abrazos.
La television NACIONAL es un espejismo...Sera que algo es Guatemalteco solo porque 'transmite' desde esa region geografica...
La produccion Nacional es destinada y condicionada a intereses del Monopolio Nacional o Internacional...
La llamada TV Maya, merece espacio de competencia libre y concreta, transmision en las lenguas de nuestros antepasados garantiza la divulgacion y el respeto de las mismas...
Extraño que el presidente que se puso el poncho y se autobautizo como 'Chamanista' no usa su poder para signarle directamente y sin burocracias el lugar y el respeto a TVMaya...
De cualquier manera Internet esta listo para eso, la cosa es el automantenimiento y la capacidad de comercio...De ahi viene un buen senton y brainstorming con quien dirige esos canales, hay que planificar para apagar la tele en los otros lados y no dejarse comprar con ESPEJITOS Y PELOTAS...
Buen articulo un poco sombria la metafora.
Algo me he enterado de este problema, qué se puede esperar de un medio que apoyó al general genocida y le da espacio a un exvice corrupto que debería disfrazarse de san-taclós en estas fechas, ponen y quitan presidentes la verdad, dándole espacio gratuito a quien más les conceda prebendas.
Desde nuestras libres tribunas podemos hacerle upa a este señor, quien cometió el pecado de tocarle el ego a "casi dios".
Vos, llegate hoy a las 19 al teatro y llevate a la nena, estoy seguro que les gustará.
Muchos saludos
De acuerdo con el colega enmascarado. El monopolio de la televisión es un cáncer que debe ser operado inmediatamente, y Colom decide si le quitamos de una vez lo poco que aún le queda del beneficio de la duda...
(naturalmente, el libro que mencionás es de las pocas de José Milla que no he leído, gracias por la narración, el chapinismo postmoderno le llegó temprano a la srta. Vallido.
Enmascarado:
Creo que sería uan buena medida desde todos los puntos de vista, esa de apagar la tele. Tanto por que caería el monopolio, como porque en realidad no sirve para nada lo que alli pasan. Sin embargo es una utopía con nuestras gentes. De todos modos hay que hacer la lucha desde cada trinchera personal. Gracias por pasar y por los comentarios.
Pirata:
La verdad es esa: No se puede esperar nada menos de estos señores. Gracias por la invitacion al teatro, me hubiera gustado mucho llevar a la gordita, pero se me cruzó con un convivio, Como estuvo la onda? Gracias por tu visita y comentarios.
Quintus:
El problema es que ese cancer es el que los llevó al poder, y si no cambia la ley, seguirá siendo quien decide por medio de su furia mediática a quien darle la guayaba la próxima vez. Salomé Jil es realmente bueno va vos. Gracias manito.
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