viernes, 30 de noviembre de 2007

La Poetisa del Dolor



Guatemala tiene la fortuna de encontrar dentro de sus hijos, varios poetas que le han dado renombre en el extranjero. Muchos otros han pasado desapercibidos posiblemente porque se han cansado de tocar puertas, sin tener éxito, pues para variar, en esta patria no se apoya el arte ni la cultura en general (solo basta ver como se organizó el Presupuesto General de la Nación para el año 2008).


Hoy debo confesarles que en realidad no he sido muy amante de la poesía, es más, soy un ignorante de la poesía. Sin embargo estoy aprendiendo a apreciarla desde mi humilde perspectiva y me he encontrado gratas sorpresas.


Por ello quiero dedicar este espacio a una de las poetisas más impresionantes que tiene Guatemala: Isabel de los Ángeles Ruano. Esta poetisa bien podría llamarse la "Poetisa del Dolor". Nació en la Ciudad de Guatemala en el año de 1,945, aunque parte de su infancia se desarrolló en México. Según la Página de Literatura Guatemalteca Con el tiempo regresó a Guatemala e ingresó al Instituto Normal de Señoritas de Oriente y se graduó de Maestra. También es profesora de Enseñanza Media de Lengua y Literatura y es Licenciada infieri en Lengua y Literatura.


En el año de 1,962 fue primer premio en el concurso internacional de ensayo patrocinado por el INCA. En 1,966 fue becada por el Centro Mexicano de Escritores. En 1,979 obtuvo el importante premio de poesía de la fundación Givré en Buenos Aires Argentina. La dirección general de Bellas Artes, por medio del Departamento de Letras le rindió homenaje por haber recibido tan importante premio. También fue periodista.


Lamentablemente en los años ochenta, Isabel de los Ángeles perdió todo contacto con la realidad. Ahora se viste como hombre, usa una serie de nombres masculinos y se dedicó a vendedora ambulante ofreciendo lociones, desodorantes y jabones así como algunos de sus versos. En la foto del inicio podrán observar los cambios de Isabel, desde sus inicios hasta este momento, en que viste como hombre.


El Licenciado Marco Antonio "El Bolo" Flores, en su libro "Poetas guatemaltecos del siglo XX -Visión Crítica-" dice literalmente: "Considero que Ruano es una de las poetas más importantes del siglo XX, y quizá una de las voces más originales y desconcertantes. Para ella la poesía es el núcleo de la existencia, se lleva "al centro del timón de la sangre", es la esencia, la expresión máxima del alma, es un privilegio, un escalón que nos acerca a poseer una semejanza con lo divino".


Ahora les transcribo algunas líneas del poema "Dolor":

Dolor el tiempo, el tiempo negro
que nos va gastando, como si lleváramos
atadas sus cadenas a las entrañas.

Dolor, el mar, el mar cuando mastica
los barcos que naufragan en su lomo;
el mar, el que se va comiendo
todos nuestros anhelos de ser fuertes.

Dolorosas las cosas, el viento, las ideas,
los grises colores, las tormentas marinas,
dolorosos nosotros, porque el dolor ingrato
ha dejado marcada nuestra indecisa ruta
con profundas tinieblas de azufre y vinagre
y un odio doloroso y oscuro hacia las tumbas.

Una vez mas estimados amigos, el propósito de este post es motivarlos a que redescubramos los valores literarios que tenemos en Guatemala, pues lamentablemente por falta de apoyo, muchos de ellos se han perdido en las injusticias de esta patria.
Foto: Ilustración interna del libro "Poetas Guatemaltecos del Siglo XX".
Nota: Los datos para este post, fueron tomados de la pagina de Literatura Guatemalteca, y del libro en mención.




martes, 27 de noviembre de 2007

El Chon



Allá por mediados de los 80`s, mi hermana estaba por hacer su Primera comunión. Tendría ella unos ocho años, mi hermano once y yo andaba por los 14. Unas semanas antes, a alguien se le ocurrió la "brillante idea" de regalarle a mi mamá un Chompipe (es decir, pavo, para la mara que no es de Centroamérica) con la intención de que en casa se terminara de engordar al susodicho y que estuviera fresquito y gordito para tan esperado acontecimiento.

Mi mamá que nunca ha sido muy amiga de las mascotas (y menos de las aves), lo aceptó encantada pero sin pensar todo lo que aquella aventura implicaría. Emocionada salió al mercado a pedir hierbas (no me acuerdo cuales) para poder alimentar al desafortunado (aunque en ese momento no conocía su infortunio el pobrecito... el incauto se sentía dichoso en aquella casa en que todas las atenciones eran solo para él. ¡Imaginense cuanto lo cuidábamos todos! ¡Cuando lo veíamos lo imaginábamos en el plato, y el pobrecito sentía que estábamos enamorados de él!).

Conforme pasaron algunos días, empezó a caernos mal el plumoso animalito; nosotros ya ni lo volteábamos a ver, mi mamá se desesperó de cuidarlo, y cada vez era más difícil atenderlo como "se merecía". Así que un buen día, mi mamá se fue al mercado para comprarle más hierbas, pero esta vez no fue tan paciente, así que decidió dárselas todas de un solo y olvidarse del chompipe por unos días. Nuestra sorpresa fue que el pobre "Chon" no sabía medirse con la comida, así que se atragantó todo lo que sus fuerzas le permitieron. Aquella fue una tarde muy lluviosa y el desagüe del patio se tapo por completo. De pronto alguien entró a la casa dando gritos para que saliéramos a ver al Chon: El desdichado estaba flotando lentamente en el patio, totalmente indigestado.

En su angustia, a mi madre se le ocurrió buscar ayuda (por supuesto, cuando ya había pasado la lluvia) y sus ojos verdes brillaron cuando pensó en la persona idónea para tan complicadas situaciones: "Doña Naya", la ancianita que nos vendía tortillas. Nunca supimos su verdadero nombre pues casi no hablaba español, pero muchos aseguraban que se llamaba "Leonarda". Sin embargo este es un dato inverosímil (¡a puchis!).

Doña Naya llegó con sus pasos ancianos pero acelerados, acompañada de una botella de aceite y muy buenas intenciones. Al ver al "Chon" todavía flotando, quedó impactada y no pudo contenerse así que salió corriendo a rescatarlo. La sorpresa fue para todos: ¡todavía estaba vivo!
Ante nuestras escépticas miradas, Doña Naya se inclinó y colocó la cabeza de Chon sobre su mano izquierda y comenzó a frotarle el cuello con aceite, y el alma con la siguiente letanía adornada de su peculiar forma de hablar:

-¡¿Que te pasó Chon?! ¡Tode este es porque sos chuch con la comide, Chon! Ya te vas´curar.

Después de repetir varias veces la formula, el Chon se durmió resignado sobre las manos que intentaban rescatarlo. Doña Naya lo acomodó suavemente y se levantó diciendo:

-¡Ya´sta. Se va curar el pobrecito! Tené pacencia.

Al día siguiente, Chon corría como rejuvenecido por todo el patio. Extendía sus alas como coqueteándole a la vida. ¡Se sentía la mamá de los chompipes pues!

Lamentablemente para Chon, el proceso de engorde no fue para siempre. Llegó el día en que cumplió el destino para el que había venido a este mundo: Lo hicieron en un recado (salsa típica de Guatemala) delicioso para celebrar la fiestecita de mi hermana. ¡Qué paradojas las de la vida! La Primera Comunión de mi hermana, fue la última comunión del Chon. Doña Naya fue la invitada especial pero no pudo llegar por sus ocupaciones, así que mi mamá le preparó una buena olla de comida para ella y su familia.

Recuerdo con alegría todos aquellos días de la infancia-adolescencia, en que todo era novedad. Recuerdo con nostalgia todas aquellas personas de la cuadra que formaron parte de nuestra vida: Vecinos, vendedores, el carpintero, la maestra, el electricista y especialmente en este día, a doña Naya, la señora de la tortillería. Todavía me parece verla con su cara iluminada por el fuego de su comal, o mejor dicho, por su sonrisa esplendida y desdentada mientras me decía:

-¡Ay´me lo saludas a tu mamá!

sábado, 3 de noviembre de 2007

General, no importa cual.

Mañana es el gran día de la elección para Guatemala. Lamentablemente las opciones no son nada atractivas. Al contrario: Nunca antes había percibido tanta indecisión en una elección, como la percibo ahora.
En conversaciones con algunos amigos, hemos manifestado nuestra preocupación por lo que nos espera estos cuatro años. Un grupo ha defendido la postura del voto nulo, aduciendo que no están obligados a decidir por un candidato, que desde ya, se sabe que nos perjudicará a casi todos. Otros se inclinan sin convicción por el General Otto Pérez diciendo que puede funcionar eso de "mano dura" contra las maras. Otros dicen que aunque no muy convencidos, votarán por el Ingeniero Alvaro Colóm, pues su proyección es un tanto más social y especialmente por ser civil.
Yo en realidad, estoy aún indeciso si voy a votar nulo. Pero una cosa si tengo muy clara: No votaré por un militar para que nos gobierne, como tampoco lo haría por un ex-guerrillero. Suficiente daño han ocasionado ya a Guatemala los gobiernos militares, y volver a tener a un General como Presidente, sería retroceder lo poco que se ha avanzado estos últimos años. Sería olvidar tantas masacres realizadas, tantos hermanos nuestros exiliados por su ideología, tantas viudas y tantos huerfanos por una guerra sin sentido.
Sería volver a otorgar a los militares el poder sobre la nación, sería olvidar que su ambición de poder no tiene límites y que cuando han estado en el Gobierno lo han copado todo. También sería olvidar a miles de torturados sin pertenecer a ninguna organización guerrillera, simplemente porque pensaban en el bien común.
Hoy quiero compartir con ustedes dos poemas del gran escritor Manuel José Arce Leal, nacido en Guatemala en 1,935, pero que como tantos artistas tuvo que salir del país, huyendo de la represión militar de Romeo Lucas García. Cuando asumió el poder el General Efraín Rios Montt, se desató la ola de violencia más grande en contra de nuestros hermanos indígenas, por medio de la famosa y desgraciada "Tierra Arrasada" . Esto indignó sobremanera a Manuel José Arce, así que escribió varios poemas en contra del General Rios Montt. Por supuesto estos fueron censurados y el poeta murió sin verlos publicados; les traslado ahora un poema llamado "EQUIS-EQUIS", que es una triste escena vivida por tantos hermanos nuestros que buscaban entre los muertos, a sus seres queridos desaparecidos con la esperanza de no encontrarlos allí. El otro se llama "General", porque para mí, también se cumple lo que el poema dice: "General, no importa cual".
Los invito a que cuando estén en frente de la papeleta, reflexionen sobre estos poemas.
EQUIS-EQUIS
-No, no es él.
-Sí, sí es él.
-No, no es él. No es posible que esto pueda ser él.
-Mira la cicatriz de la vacuna.
-No, no es él.
-Mira la corona de la muela que le puso Miguel
hace seis meses.
-No, no es él.
-Yo pienso que sí es él. Que esta vez si es él.
-No, no es él.
Cómo podría ser él si no tiene ojos.
Cómo podría ser él si no tiene sus manos laboriosas.
Cómo podría ser él si le han cortado sus semillas de hombre.
Cómo podría ser él sin su guitarra ni su canción,
sin aquel ceño duro ante el peligro, sin aquella sonrisa en el
trabajo.
sin su voz pronunciando el pensamiento, sin su tonta manía
de regalarme flores.
Como podría ser él.
No es él. Te digo que no es él.
No quiero que sea él
GENERAL
General
—no importa cuál,
da lo mismo,
es igual—:
Para ser General,
como usted, General,
se necesita
haber sido nombrado General.
Y para ser nombrado General,
como usted, General,
se necesita
lo que usted no le falta, General.
Usted merece bien ser General,
llena los requisitos, General.
Ha bombardeado aldeas miserables,
ha torturado niños
ha cortado los pechos de las madres
rebosantes de leche,
ha arrancado los testículos y lenguas,
uñas y labios y ojos y alaridos.
Ha vendido mi patria
y el sudor de mi pueblo
y la sangre de todos.
Ha robado, ha mentido, ha saqueado,
ha vivido
así, de esta manera, General.
General
—no importa cuál—:
para ser General,
como usted, General,
hay una condición fundamental:
ser un hijo de puta,
General.