miércoles, 21 de septiembre de 2011

¿NO TE DESTROZA AMOR MÍO, ESTA SILENCIOSA DANZA?

Harold Caballeros debe estar desesperado. O mejor dicho en buen chapín: debe estar “Ahuevado”. Esto en el mejor de los casos, porque en el peor (y este es el que me temo) su decisión no es más que consecuencia de sus verdaderas intenciones. Me refiero a su alianza con el Partido Patriota y todo lo que esto puede implicar tanto para el partido, como para las personas que le apoyaron en estas elecciones.

Atrás quedaron sus promesas de ser un partido diferente, con visión y con valores. Toda su filosofía se derrumba por su propio peso, ante una imagen que quedará grabada para la posteridad: Otto Pérez Molina, Harold Caballeros y Efraín Medina sonriendo y firmando alianzas y apoyos supuestamente condicionales. Qué cuadro tan tragicómico: El Ex General, el Ex Pastor y el Ex rector sancarlista, todos los “Ex” sonrientes y tomados de la mano, tranzando con el futuro de Guatemala y queriendo hacernos creer que con esa alianza se acabaron los problemas y viene un mejor futuro. Con tanto “ex” me pregunto: ¿Tendrá razón el Doctor Mario Roberto Morales cuando dice que Guatemala es un “ex país”?.

Y para tapar el sol con un dedo (cuidado se cansa de tener el dedo levantado), coloca en su página una explicación escueta porque dice que “escucha muchas voces” y que quiere “ejercer su derecho de manifestarse personalmente”; esas voces son (¡esperemos que así sea!), las de sus mismos seguidores que en este momento deben estar confundidos tratando de asimilar y/o justificar esta nada extraña alianza; o bien, descubriendo lo que todos deberíamos saber: La política, salvo escasísimas excepciones, hace muchísimo tiempo ya que traiciona su razón de ser, es decir, la búsqueda del bien común (si es que este puede conseguirse en estos tiempos de tanto egoísmo) y se ha convertido en vehículo (caro y lujoso por cierto) que lleva a sus conductores hacia la búsqueda voraz y canina del bien propio, como dice la sabiduría popular, donde más me caliente el sol, aún si esto implica utilizar y/o traicionar mi propia razón de ser (militar, cristiano o intelectual universitario).

Y por el otro lado el infierno no puede ser más macabro: Baldizón hijo pródigo de la UNE, traidor y enemigo público de doña Sandra, fumando otra pipa igual de peligrosa con UCN, UNE, y demás fauna política entre las que se incluye un segmento de la supuesta izquierda guatemalteca.

¡Dios me libre con Dios me guarde! ¿Qué hacemos muchá? Lo que si es cierto es que la política es un mal necesario y por ahora, la única manera de poder hacer algo para dirigir esta sociedad. Pero debo reconocer que esta segunda vuelta me hace recordar los versos que Luis Eduardo Aute escribió, pensando en lo que sentirían las personas condenadas a muerte por el regimen franquista, la noche antes de su ejecución:

Si te dijera, amor mío,

que temo a la madrugada,

no sé qué estrellas son éstas

que hieren como amenazas

ni sé qué sangra la luna

al filo de su guadaña.

Presiento que tras la noche

vendrá la noche más larga,

quiero que no me abandones,

amor mío, al alba,

al alba, al alba.

Los hijos que no tuvimos

se esconden en las cloacas,

comen las últimas flores,

parece que adivinaran

que el día que se avecina

viene con hambre atrasada.

Miles de buitres callados

van extendiendo sus alas,

no te destroza, amor mío,

esta silenciosa danza,

maldito baile de muertos,

pólvora de la mañana.

Perdónenme. Ya no puedo ser tan optimista. Si con este cuadro ustedes pueden sinceramente ser positivos, allí les encargo el chivo, ojala un chivo bien bueno, real, objetivo y sobre todo sincero sin tanto idealismo mágico que hasta hoy nada nos ha dejado.

Como diría Manuel José Arce en el Diario de un Escribiente: “¡Cómo dueles Guatemala!"

viernes, 9 de septiembre de 2011

¿Realmente se exorcizaron las elecciones en Guatemala?

Desde que yo tengo memoria, nunca se habían desatado tantas pasiones y expresiones de odio, repugnancia o, en el mejor de los casos, desprecio hacia una figura pública, como sucedió en la presente etapa electoral con la señora Sandra Torres (Sí, señora. Tampoco es de mi agrado, pero la educación no pelea con nadie).

Este abanico variopinto de insultos, vituperios, ofensas, comparaciones que van desde ponerla a la par de la primera dama de Francia (¡¡Qué pecado más negro!! Es algo así como un oxímoron!!) hasta comparaciones zoomorfas, no tiene parangón. Lo interesante del caso es que ni las figuras más oscuras de nuestro devenir histórico, incluidos militares sanguinarios y sus achichinques (Romeo Lucas, Ríos Montt, Ortega Menaldo, etc.), estafadores financieros (Banco de Comercio, los bancos gemelos, Autocasa, etc.), presidentes a todas luces corruptos (Portillo, Serrano, Vinicio, Berger, Arzú… bueno la verdad aquí van todos) ni ninguna otra persona lograron que se inundaran nuestras conversaciones cotidianas con tantos insultos hacia una figura pública. En este caso, su poco agraciada cara circuló con todo tipo de historias aterradoras o chistes durante todo el gobierno actual, y más intensamente cuando estaba en entredicho su candidatura presidencial.

Ahora separemos los frijoles de las piedrecitas y de los frijoles con gorgojos: el punto aquí no es ni defender ni atacar a la Señora Torres, el punto aquí es pensar si sacándola a ella de la papeleta electoral, realmente se logró exorcizar el proceso de elecciones. Yo sinceramente creo que no, y con el perdón de muchos de mis amigos y parientes que les repugna esta señora o tienen sus ojos puestos en un candidato, creo que la papeleta continúa plagada de especimenes y demonios iguales, o tal vez peores que la susodicha. O en todo caso, sin la capacidad real para gobernar nuestro país (Un general retirado que al decir de muchos es genocida, casi psicópata y está vinculado a estafas del ejército; un científico catalogado como pro empresarios y militares y además senil que pocas veces contesta lo que le preguntan porque se pierde y que aunque fundó la escuela de economía de la UFM, no logra concatenar ideas claras sobre economía; un doctor en derecho supuestamente corrupto, populista y narcisista; una premio Nóbel y Doctora Honoris Causa más respetada fuera de su patria que dentro de ella; un ex pastor fundamentalista confeso sabiendo que si algo perjudicaría nuestra incipiente democracia es precisamente eso, fundamentalismo; y otros que ni vale la pena recordar).

Por lo tanto la decisión está más que difícil, seguramente nos tocará como siempre, pedirle a Dios que nos ilumine para votar por el "menos peor" como dice la sabiduría popular, hasta que nuevamente algún día se levante por allí algún verdadero político que valga la pena. Los milagros existen mis estimados.

Yo no podré asistir a votar, pero solo de imaginarme aquella papeleta me da algo así como un vacío existencial, casi tan profundo como cuando se me acababa el café y todavía me quedaba champurrada.

Así que mis estimados, desde acá les envío un fuerte abrazo de solidaridad en este proceso electoral, así como mis más sinceros deseos de bendiciones y prosperidad, pero sobre todo de paz. Mis oraciones estarán con mi querida Guatemala, con todos ustedes mi querida familia y mis queridos amigos y les pido que también se echen un par de oracioncitas por Guate. Al final prefiero pensar que pase lo que pase, vamos caminando hacia un futuro mejor, tal vez a un paso lento, muy lento, pero allí vamos. Dios ama nuestra patria, así que paciencia y perseverancia.

Por último, recordemos que la política es un mal necesario, recuerden lo que decía Bertolt Brecht: “El peor analfabeto es el analfabeto político” ¿Por qué? Diremos algunos, Bertolt nos contesta:

No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”.

¡¡DIOS BENDIGA SIEMPRE A GUATEMALA Y A LOS SUYOS, TANTO DENTRO COMO FUERA DE ELLA!!