viernes, 30 de enero de 2009

Trescientos Treinta y Tres

El día de mañana 31 de enero, la Universidad de San Carlos de Guatemala estará cumpliendo trescientos treinta y tres años de existencia. Se dice fácil. Muchas cosas han pasado desde que esta casa de estudios fue fundada por real cédula de Carlos II en el año de 1,676; incontables son los aportes que ha dado a la sociedad; invaluables son los mártires que ha tenido por luchar por las causas de un pueblo con más de quinientos años de opresión; incalculable es el aporte científico que ha producido frutos en todas las disciplinas y en todas las áreas de la sociedad pues incluye dentro de sus alumnos a criollos, españoles, indígenas y mestizos.

Edificio S-6 Donde laboro en una cátedra en la jornada nocturna.

Sin embargo durante los últimos años ha perdido el protagonismo que tuviera durante los años decisivos de la patria. Pareciera adormecida y muchas veces se asemeja a un gran tesoro escondido, en este caso, un tesoro de conocimientos que no se han sabido aprovechar.




Una de las facultades de la Universidad.


Durante muchos años critiqué la falta de aportes a la sociedad por parte de sus hijos, critiqué además el hecho de dejarse aventajar por otras universidades, algunas de ellas sin esa fortaleza que solo puede dar la verdadera ciencia, critiqué en fin muchas cosas pero sobre todo critiqué el hecho de dejar que creciera una enredadera en sus entrañas, y que esto no la permita moverse con la libertad y decisión que requieren estos duros tiempos.



Escudo de la Universidad de San Carlos de Guatemala


Ahora me ha tocado ver las cosas desde otro lente. Este año he tenido la oportunidad de dar mi aporte si se quiere intrascendente, como catedrático auxiliar en una de las cátedras, por lo que estoy dentro de ella nuevamente. Ya no detrás de un escritorio sino frente a un grupo de estudiantes que en su mayoría llegan cansados a la jornada nocturna por la dura faena diaria. Esto me ha permitido conocer catedráticos muy calificados, pero muy mal pagados en la Universidad, pero que a pesar de eso dan lo mejor de sí y se preocupan por manejar salones de 140 personas y de dar atención lo más personalizada posible.

Todo lo anterior me hace sentir esperanza en el futuro y orgullo por esta tricentenaria Universidad que, en medida de sus posibilidades, sigue luchando por cumplir con el designio para el que fue creada. Por ello y escribiendo a la carrera, quiero desearle muchísimos años más de vida y sobre todo una revolución interna que permita que sus aportes lleguen a beneficiar a los desposeídos de la sociedad. Mi sincera felicitación a los que forman parte de ella, porque con su aporte no reconocido talves, están haciendo de esta una mejor patria. ¡Felicidades!



Fotos bajadas de Internet.
















viernes, 9 de enero de 2009

En la lucha tenaz de fecunda labor...

La frase con la que titulo este post, forma parte del Himno Nacional de Costa Rica. Fue tejida con profundo orgullo patrio por el insigne poeta costarricense José María Zeledón, y con ella deseo enviar mi más fraterna solidaridad y deseos de bienestar y tranquilidad al pueblo costarricense.
Se que con esta "lucha tenaz de fecunda labor" que viene después de la catástrofe y que "enrojece del hombre la faz" sabrán sacar adelante a su pueblo dañado por el terremoto del día de ayer, para que "bajo el limpido azul de tu cielo, blanca y pura descanse la paz".